Parque Leloir tiene un largo historial como localidad víctima de actos delictivos violentos, relacionados con el robo y el secuestro. Con los años aparecen nuevas modalidades, como modas, van pasando y son reemplazadas por modus operandis nuevos.
Todos vamos mejorando nuestras precauciones, e invirtiendo bastante dinero, en un intento desesperado de proteger a nuestras familias y nuestros bienes, tratando de que quien vaya a cometer un asalto, no elija nuestra casa, y si lo hace, desista en el intento.
Alarmas, monitoreo, vigiladores, custodios, remises con seguimiento satelital, traslado de valores… el abanico de opciones que se nos presentan en el área de la seguridad cada vez es más amplio.
La pregunta del millón es: ¿Cuál es la relación entre riesgos y beneficios de contratar tantos servicios de seguridad para tu casa?.
Las personas que físicamente brindan el servicio en nombre de las empresas de seguridad, terminan conociendo a nuestra familia; los horarios habituales de entrada y salida; las costumbres; los amigos; a qué colegio van nuestros hijos.
Los bienes que poseemos; qué vehículos adquirimos, cada cuantos años los cambiamos y qué vehículos poseen las personas que nos visitan.
Fechas y duración de las vacaciones, viajes laborales; y por consiguiente: cuales son los momentos en los que no hay nadie en la casa.
Este planteo surge permanentemente porque ya no dormimos tranquilos simplemente con unas buenas rejas y una alarma común, que en el caso de que suene dependemos de que algún vecino observador sepa de qué casa proviene el sonido, y avise a la Policía.
Es un debate abierto, con aristas muy difíciles de analizar. La seguridad, nos da seguridad… pero ¿Es segura?